¿Qué sabemos hacer? una historia de los laboratorios




Para hacer grandes proyectos hay que estar bien seguros y con los pies bien plantados en el suelo. Así es como llegamos a la luna.
(Bruno Munari)

Entre los años setenta y los noventa, Bruno Munari planeó, con la ayuda de sus numerosos colaboradores, laboratorios para niños de prescolar y primaria, tanto en Italia como en el extranjero, en museos, bibliotecas y centros privados.
Fueron una signal concreta del sincero empeño ético que caracterizó la acción del artista y el mismo Munari consideró que tenían la misma importancia que su producción de designer, escritor y inventor, hasta ser la obra más importante proyectada en su vida.
La historia de los laboratorios empieza en 1977 en Milán alrededor de la Pinacoteca de Brera.
El primer laboratorio se llamó “Jugar con el arte” y fue un evento histórico para la ciudad. Bruno Munari recibió el encargo de proyectar un espacio dedicado a los niños en el marco de uno de los más prestigiosos museos nacionales italianos. El experimento duró tres meses, desde el 15 de marzo hasta el 15 de junio 1977. Fue la respuesta concreta a una provocativa petición de Franco Rússoli, entonces responsable de Brera, que pedía acciones capaces de transformar el museo, “torre de marfíl y lugar sagrado para pocos electos”, en un “organismo vivo”, capaz de ser “instrumento de comunicación masiva” y “servicio social”.
El laboratorio fue pensado como parte de una exposición titulada “Proceso para el museo” y fu un evento que hizo hablar de sí y se difundió en los veinte años siguientes en las diferentes realidades italianas y extranjeras.
Entre los años setenta y noventa se abrieron varios laboratorios. En una primera fase se experimentó la comunicación visual, luego, en los ochenta, se fue aplicando el método en los laboratorios plurisensoriales de cerámica, design, imprenta, textiles, sonido, madera, plástico, libros, tacto, piezas de Lego, fotocopias.
En el mundo, Bruno Munari ha “jugado con el arte” en Jerusalém, Venezuela, San Sebastián de España, París, Río de Janeiro. En Tokyo en 1986, en ocasión de la inauguración del Kodomo no sciro, o sea el "Castillo de los niños", Munari realizó en una sola vez todos los laboratorios ideados hasta entonces.

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